El centre

El centre

Más tiempo con los hijos


Desde el punto de vista psicológico, los dos primeros años de vida son fundamentales

El pasado septiembre, al mismo tiempo que empezaba el curso escolar, un grupo de seis profesionales de la medicina, la psiquiatría y la psicología infantil lanzaron un manifiesto bajo el lema “Mas tiempo con los hijos”. Es un deseo compartido por muchos, pero que por ahora choca con nuestra realidad social y laboral. La gran pregunta en este tema es cómo conseguirlo. Y quizá la respuesta más sencilla sea: empezando por el principio. Por eso la principal petición del manifiesto es que los poderes públicos garanticen dos años de maternidad/ paternidad. “Ojo” apunta Jorge Tizón, uno de los miembros de esta platarforma, “solamente para quien quiera y pueda”. Ya cuentan con más de 2000 adhesiones.

¿ Por qué dos años?
Insisto en que no tienen que ser dos años obligatóriamente. Primero: decimos dos años porque es un periodo adecuado desde el punto de vista psicológico. Pero muchas mujeres, no digamos hombres, no aguantarían hacer solo de padres y madres durante dos años. Lo que pedimos es que este período esté garantizado, pero se podría optar a menos tiempo, o repartir estos dos años con el hombre. En los países nórdicos hay residentes que se han cogido tres y cuatro meses de baja por paternidad, sin ningún problema.
Es algo posible y necesario.

¿Cómo es el desarrollo emocional de un niño en los primeros meses y años de vida, y por qué es tan importante la presencia de sus padres?
Está demostrado científicamente que para el desarrollo emocional, cognitivo y biológico (incluido sistema nervioso central) un bebé necesita ya desde antes del nacimiento, pero sobre todo desde el nacimiento, la presencia de al menos una persona suficientemente estable. Esta es la forma de que tenga una relación básica restructurante. Es decir, una relación prioritaria con alguien para que pueda aparecer el concepto del “otro” dentro de su mente. Y esa es la base de otros “otros” que vendrán detrás. A partir de esa relación se formará toda su idea de los demás y también la representación de uno mismo. Si no hay un “otro” estable, la representación de uno mismo, la identidad, es también mucho más desintegrada, inestable y frágil. Este proceso se produce en el primer año de la vida.
Jorge L Tizón Pisquiatra, psicólogo y neurólogo.
Campaña por dos años de baja maternal en la dirección de internet mastiempoconloshijos.blogspot.com

Mente Sana 58