El centre

El centre

El Oso Espíritu del Canada

Según cuenta la tradición de los Tsimhian, al principio de los tiempos el mundo estaba totalmente congelado. Estos antiguos pobladores de los profundos bosques de la Columbia británica en Canadá sostienen, por tanto, que un invierno eterno cubría de nieve todos los rincones de la tierra.



Fue entonces cuando el gran creador adoptó la forma de un cuervo y, alzando el vuelo, derritió los hielos, convirtiendo las blancas extensiones de nieve en tierras verdes y fértiles. Los ríos volvieron a fluir y la vida despertó de su largo y gélido letargo.

Sin embargo el dios cuervo no quiso que olvidáramos aquel periodo de nieves y se propuso dejarnos un recuerdo en la memoria. Sobrevoló los bosques y le cambió la piel a uno de cada diez osos negros; desde ese momento pasaría a ser blanco, dejando su espíritu con ellos hasta que algún día decidiera regresar.


Lo cierto es que la historia mitológica de los Tsimhian es verdaderamente bella; no obstante, la realidad y la explicación científica de la curiosa piel blanca de estos plantígrados también es muy interesante.

No, no son osos polares que, cansados del frío, se han desplazado a las más cálidas tierras de los bosques de Canadá. En realidad son osos negros a los que una ocasional variación genética dota de una preciosa piel que varía entre el color blanco, rosáceo o crema.

También se le conoce como el Oso espíritu de Canadá. Actualmente existe una población de unos 400 ejemplares de este asombroso Oso Kermode (Ursus americanus kermodei) y, aunque en el pasado estuvo en peligro de extinción, hay que agradecer las políticas de conservación de la especie por parte de las autoridades y administraciones del gobierno canadiense. En el año 2006, compró y protegió una amplia extensión de 18.000 kilómetros cuadrados para que estos grandes mamíferos pudieran tener una cuidada superficie en la que poder habitar.

Esta semana National Geographic publicaba una preciosa galería de imágenes del Oso espíritu, tomadas en esa reserva de Canadá por Paul Nicklen, uno de los mejores y más afamados fotógrafos de naturaleza del mundo. Sin duda, unas bellas imágenes de uno de los animales más sorprendentes de la tierra.