El centre

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Alexandre Jollien



-Usted reivindica la libertad del discapacitado para elegir ¿Quién se lo impide?
-Hay una larga lista de abusos de poder y discriminaciones contra los que lucha la Carta Europea.
-¿Qué artículo de esa carta se incumple en Europa de manera más flagrante?
-Quizás la relación laboral entre empresario y empleado.
-¿Quiere decir que un paralítico cerebral cobra menos por el mismo trabajo?
-Peor que eso. Un empresario ya no contrata a un disminuido. Y a mí en la escuela no querían integrarme. Me veían lento.
-¿En qué puede trabajar un paralítico cerebral?
-La informática es ideal. Pero lo más importante es que pueda elegir.
-A usted le metieron a liar cigarrillos y un buen día eligió y se largó. ¿De dónde sacó el valor?
-El valor se alimenta de los ideales.
-No sé si lo entiendo.
-No hay instrucciones cocnretas. Es una lucha diaria contra la resignación y por la autoconfianza. En eso pueden ayudar mucho los amigos y los padres.
-¿Todo discapacitado tiene la obligación de rebelarse?
-Todos los hombres tienen la obligación de rebelarse contra las injusticias.
-¿Es injusto ser un discapacitado?
-No. La injusticia es la manera en que te hacen vivir esa situación.
-¿Su libro «El elogio de la debilidad», recomienda la debilidad?
-Todos las tenemos y la discapacidad es una puerta abierta a la humanidad.
-¿Me lo explica mejor?
-La debilidad proporciona un buen análisis para asumir el sufrimiento.
-La suya es visible ¿Cuáles son las invisibles?
-El miedo, la búsqueda imposible de la perfección. la vida en general es dura para todos y hay que desarrollar el arte de vivir.
-Hay gente a los que la vida les va de maravilla y no aparentan debilidad alguna.
-La felicidad no se juzga por signos externos. A menudo los más felices son los que no tienen nada.
-¿La peor debilidad es ignorar tu propia debilidad?
-Eso lo dijo Sócrates (ríe).
-Pues que bien.
-Y desde luego sólo el débil que es consciente de su debilidad spodrá salir de ella. La debilidad puede matarte o puede hacerte crecer.
-¿Es entonces una suerte tener una debilidad tan visible como la suya?
-Depende de cómo la utilices.
-Como sigamos por ahí me voy a perder. Desde luego está usted hecho un buen filófosofo.
-Bueno, me faltan unos meses para acabar la carrera.
-¿Cuál es su especialidad?
-La filosofía como terapia del alma. Mis maestros son los griegos y el romano Boecius.
-No tengo el gusto.
-Un ministro de interior del siglo VI que fue condenado a muerte por un complot político. En la prisión pudo reflexionar mucho sobre la vida y la felicidad.
-¿Qué preguntaría a Beocius si le encontrara?
-Primero le invitaría a tomar unas copas (ríe). Y luego le preguntaría cuál es el estado de ánimo opuesto al sufrimiento y como combatirlo.
-Ojo que nos volvemos a liar.
-Y también lo mismo que me ha preguntado usted: de dónde sacar el valor para la lucha.
-O sea que no era tan mala.
-Es que un prisionero y un discapacitado tienen mucho en común.
-Volvamos a la tierra. Ya ha salido del ghetto ¿Y ahora qué?
-Me han ofrecido trabajar como profesor universitario, pero no creo que acepte. Me cansa mucho.
-Usted tiene novia ¿no?
-Sí desde hace tres años.
-¿Todo bien?
-Estupendo (ríe). Y me entristece ver tantos discapacitados que no sienten esa alegría.
-Quizás no hay muchas chicas como su novia.
-Desde luego no es fácil acercarse a una persoan discacpacitada.
-¿Cómo consiguió usted su amor?
-Creo que le gustó la alegría que me rodea. Pero debería preguntárselo a ella. Está aquí (señala una chica a poca distancia). Se llama Corine.
-Pues se lo pregunto ¿Qué vio en él para enamorarse?
-¡Huy que vergüenza! (él, riendo) Como lo diga, salgo de la habitación.
-(Ella, joven, guapa, sencilla y con tono tranquilo) es algo que empieza como una gran amistad y cuando ya eres su amiga no ves la discapacidad.
El amor es cie… sabio