El centre

El centre

No es una rabieta, es una oportunidad para aprender.

 

Cuando un niño con autismo tiene una rabieta es terriblemente frustrante, para él y para los demás. Podemos no tener claras las causas o no haber podido controlar los factores que desencadenaron el enfado.
 
Habitualmente los motivos giran en torno a la falta de comunicación, inflexibilidad y control del ambiente o hipersensibilidades. Una vez estalló la tormenta, todos ponemos todo nuestro empeño en atender esa situación, buscar opciones y actuar de la mejor manera.
 
Una rabieta es dolorosa y agotadora pero quiero aportar una visión diferente. Una rabieta nos muestra los límites del niño con TEA, si conocemos y comprendemos el motivo que la desencadena, tendremos información muy valiosa para evitarla la próxima vez y actuar mejor.
 
La rabieta no es la causa, es la consecuencia, por eso mediante la observación, recogida de datos y reflexión podemos determinar qué alternativas podemos enseñarle al niño con TEA, para afrontar mejor sus dificultades.
 
no es una rabieta